La indignidad también tiene cara de hereje

La pirueta rocambolesca del gobernador electo de Corrientes puede llevar a repensar si los ambientes prostibularios que Luis D’Elía ubicó en los estudios de Ideas del Sur no se encuentran en realidad en la residencia de Olivos desde donde se explota con frecuencia la orfandad moral de una cohorte de legisladores, gobernadores, intendentes y rubros varios dispuestos a satisfacer sumisamente las exigencias de un rufián desaprensivo con tal de seguir existiendo políticamente so pretexto de mantener la paz social en sus feudos.

Ricardo ColombiEn rigor de verdad la prostitución de personas e instituciones no es una novedad en la historia del mundo como tampoco lo son las creaciones del desenfreno del poder motivado por oscuras elucubraciones. La causa eficiente del nacimiento de la iglesia anglicana tuvo poco que ver con cuestiones religiosas: fue la pasión enfermiza de Enrique VIII manipulada hábilmente por Ana Bolena y sus parientes la que llevó a Inglaterra a la ruptura con el catolicismo.

De cualquier modo, si alguna duda cabía de que el matrimonio gobernante ha logrado llevar a la política al «todo vale» que antaño sólo estaba reservado para el amor y la guerra, el trapecista correntino que en breve se hará cargo de los destinos de la Provincia se ha encargado de disiparla sin verguenza alguna practicando un salto sin red que sus epígonos relativizan diciendo que «la semana que viene todos van a estar hablando del transplante de Sandro», frase que no deja de tener un grado de realismo espeluznante habida cuenta que refleja con cínica exactitud la anemia moral de una sociedad que hace mucho que ya no se espanta ante la venta de la dignidad de sus dirigentes en pública subasta ni de la imagen de sí misma que le devuelve ese espejo.

Porque es evidente que Colombi no fue sólo a besar el anillo de Kirchner por la plata para la nómina salarial o para sacarle el cetro a Borocotó, sino a ofrecerse de cortesano y fiel ejecutor de los planes del santacruceño en el territorio litoraleño, consciente de que a la gran mayoría de sus compoblanos le importa poco lo que bese con tal de que a fin de mes esté la plata de los sueldos  en el cajero y que cumpliendo ese requisito vienen detrás los grandes negocios por los cuales fue denunciado por el periodista muerto.

Dado que por lo visto el pueblo argentino en su gran mayoría ha resuelto permanecer en silencio hasta 2011 mientras la presidente y su tutor hacen tabla rasa con todo lo que caracteriza a una democracia seria imponiendo una especie de partido único encubierto fuera del cual es impensable la vida política deberá hacerse cargo de los daños de todo orden que dejará el matrimonio cuando esta alocada espiral llegue a su fin, porque si algún mérito tiene Kirchner es el de cometer todas sus tropelías a la vista del público, por lo que es de suponer que nadie podrá decir que lo engañaron ni estará esperando un final feliz de esta burda tragicomedia que cada vez refresca más la estampa mussoliniana del prefascismo.

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